Demetrio despertó sentado , noto que su espalda reclamó una noche mal lograda , un diario viejo llego rodando y arrastrado hasta su pies , y se detuvo en una pagina amarilla , seca y dura el encabezado decía .
El Quinto de Doce
Es el Quinto de Doce , es el imponente y retador pero el mas débil y mas rabioso ,el que ha perdido las batallas mas grandes.
También es el de más Temple , el que no se quiebra y mantiene la cara y la mirada , el que no permite que le digan nada , el mas orgulloso , al que lo dobla el dolor y no se nota.
Es un paso seco , sin eco , sin memoria , sin mueca , es El Quinto de la lucha mas dolorosa , es el que pierde personas y ya no puede encontrarlas , es el mas grande por sus propias fallas .
Tú , el Quinto mas grande de Doce , no te atrevas a llamar a mi puerta , que muchas veces los has hecho , Tú no te atrevas a tocarme un solo momento , no de nuevo , espero al Sexto tu estás congelado en el tiempo.
El texto inconcluso dejaba pendiente la continuación de una historia , ahora habría que buscar en las hojas desprendidas del diario a lo largo de la avenida , el aire se las llevaba , los niños las rompían , el agua las borraba.
Demetrio se levantó y comenzó una a una a recuperar todas y cada una , el Quinto de Doce no se debería repetir...
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